En estos días estamos viendo como la presentación de las llamadas mociones éticas en el Pais Vasco están calentando el ambiente. Ya comenté el ejercicio de videncia de la presidenta huidiza del PP vasco, María San Gil, cuando pronosticaba su fracaso. También hemos asistido a agresiones cuando la moción, para pedir la dimisión de los concejales de ANV que se niegan a condenar el terrorismo, ha prosperado. Asuntos como éstos demuestran la dureza con la que tenemos que lidiar algunas veces los que nos dedicamos al noble arte de la política municipal.
Sin embargo, también asistimos a sucesos que denigran la labor municipal, y no me estoy refiriendo hoy a la corrupción que en algunas ocasiones rodea el quehacer en algunos ayuntamientos. Me refiero a la noticia ampliamente comentada, en la que nos dan cuenta de la última tropelía del alcalde de Morón de la Frontera (Sevilla). Este señor, Manuel Morilla, que se hizo famoso por ser el apoderado de Jesulín de Ubrique (y que tuvo que abandonar a toda prisa, por no sé qué asuntos turbios personales con su poderdante, según se ha sugerido luego), hoy alcalde por el PP de la ciudad del famoso gallo, ha llevado al Pleno municipal el nombramiento de María Auxiliadora como Alcaldesa de la localidad. El PSOE no asistió a la sesión en desacuerdo con la medida, IU votó en contra, y el PP (acompañado ilegalmente del público asistente) votó a favor del nombramiento. El colmo, la burla que hace el personaje, de los que votan en contra, cuando éstos se marchan abochornados. Todo se despide con la interpretación de un canto litúrgico, para mayor escarnio de una entidad pública como es la institución municipal.
Pues ya que este fantoche ha nombrado a su sustituta, que dimita sin dilación, y que termine de consumar su "golpe de estado" municipal, dejando de concejales a Baco, Buda, Rappel, la bruja Lola, Spiderman, Catwoman, al botones Sacarino, Mortadelo y Filemón y otros héroes fantásticos, que seguro lo harán mejor que el otrora ridículo espontáneo. Que la derecha rancia no manche más, con su dogmatismo y confesionalismo, las instituciones del estado.
4 comentarios:
Sencillamente PATETICO
Así lo piensan y están opinando muchos internautas: patético el señor alcalde de Morón, que está quedando como el gallo famoso, sin plumas y cacareando, por bravucón.
¡que esta cojo coñooo!
Poner en YouTube esta frase veréis que personaje.
Esto es lo más
Torero torero
Multaron a Jesulín por invitar al cojo a saltar al ruedo y hacer de maletilla. Tal para cual.
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