No es que se deguste en viajes en avión. Es mandrágora, una planta que encontramos en la composición del brebaje o los ungüentos que usaban las brujas, según nos cuentan los libros sobre procesos inquisitoriales u otros tratados como el Malleus Maleficarum ("El martillo de las brujas"), para poder volar al akelarre o entrar en éxtasis.
En Navarra, de donde procede la botella que fotografié, se conoce el caso de Zugarramurdi, donde fueron condenadas cuarenta vecinas acusadas de brujería. Una gran caza de brujas, donde se persiguió los restos de los antiguos cultos paganos. La belladona o la mandrágora, plantas curativas en la antigüedad, eran consideradas parte de las fórmulas mágicas de las brujas, muchas de ellas, en realidad, curanderas. Parece que también hay quienes la usan para preparar bebidas espirituosas, tan queridas en nuestras zonas rurales, como reza la etiqueta, junto a raíces y otras hierbas. Seguro que "el vuelo" está garantizado... pero no por un poder mágico añadido, sino por el 45% de volumen alcohólico.
1 comentario:
Pues no lo sé. Yo no lo he visto allí, sino que lo encontré en una tienda de Hondarribia (Gipuzkoa). Si lo encuentras por aquí en el sur, me avisas.
Saludos.
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