Doña Mencía

Doña Mencía es un municipio de la campiña cordobesa, que no tengo el gusto de conocer. ¿Por qué le dedico entonces un post? Hace un año estuvimos de viaje por La Rioja. Unos días estupendos por una comunidad autónoma uniprovincial, cargada de bellos lugares, magnífica gastronomía, buen vino y de historia muy interesante. Uno de los lugares que visitamos fue Nájera, municipio riojano que en otro tiempo fue sede real, cuando existió el reino de Nájera-Pamplona, antecesor del reino de Navarra. 

En Nájera, uno de sus monumentos más importantes es el Monasterio de Santa María la Real. En él se encuentra el panteón de los reyes de Nájera-Pamplona. Este monasterio surgió en torno a una de las muchas cuevas que hay en la zona. Una donde, según cuentan, apareció una virgen cuando el rey, que estaba de cacería, fue en busca de su halcón, que se había refugiado en la cueva. En sus proximidades, a ambos lados de la entrada de la cueva, que está a los pies de la nave central de la iglesia del monasterio, encontramos los sepulcros de los reyes. Cerca hay más sepulcros. Y otra buena colección de enterramientos se sitúa a lo largo del claustro del convento, edificio que ha sido remodelado muchas veces, mezclando diferentes estilos arquitectónicos. 

En una esquina del claustro hay una capilla. La guía que nos iba enseñando el edificio nos llamó la atención sobre esta capilla, al ser los integrantes del viaje de origen andaluz. En ella se encontraban los sepulcros de Mencía López de Haro, junto a los de sus hermanos y el del militar y poeta Garcilaso de la Vega. En la imagen del principio, el sepulcro de Mencía sobresale iluminado a la izquierda. La guía nos explicó que aquella dama fue esposa del rey de Portugal y antes fue la mujer de Álvaro Pérez de Castro, noble que participó en la conquista de Córdoba, para el rey Fernando III el Santo. Ellos la llaman "reina Mencía", pero "los andaluces la llamáis "Doña Mencía" y hay un pueblo con ese nombre", nos dijo la guía. Efectivamente, el municipio cordobés, que se llama así en honor de esta noble vizcaína, que también fuera reina de Portugal. Un recuerdo de la reconquista en plena campiña, que nos relaciona con el antiguo reino de Nájera-Pamplona, y por tanto, con La Rioja y Navarra.