Ella: ¿Ves como era mejor venirse temprano para coger sitio en la playa?
Él: Ya, pero sabes que a mí no me gusta bañarme.
Ella: Que no te guste no significa que no tengamos que venir. Además el nene está deseando aprovechar sus vacaciones, después de aprobar el curso completo.
Él: Si, pero no hacía falta salir a las cinco de la mañana desde casa...Si no hay casi nadie.
Ella: Ahora no, pero espérate a que lleguen los domingueros con sus sombrillas, sus neveras, sus sandías, los tupperwares repletos de tortilla, filetes empanados y mortadela, y sus botellas de tinto de verano. ¡No dejan un centímetro cuadrado libre!
Él: Pero, ¿hacía falta hacer una muralla de arena para proteger el sitio, mujer?
Ella: Que confiado eres, Pepe....
El niño: Papá, ¿puedo hacer un foso alrededor de nuestro castillo de arena y llenarlo de agua del mar, con cocodrilos y tiburones?
Él (pensando): ¡Menudo día me queda que pasar aquí....!
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