En mi etapa de portavoz socialista en el ayuntamiento palmeño tuve que hablar muchas veces de agricultura. La naranja es uno de los productos estrella de la zona y fuente importante de ingresos. Pero no solo la naranja ha preocupado a los ediles palmeños. Otros productos agrícolas han protagonizado mociones, sobre todo de la oposición. El PP se ha distinguido por la reiteración en traer asuntos agrícolas al Pleno municipal. Y han hecho bandera de la defensa del mundo rural y de los agricultores. Durante los años de gobierno de Zapataro esa supuesta defensa se ha adornado siempre con ataques al, según ellos, escaso apoyo que han realizado esos gobiernos de la gricultura española y andaluza. Y como ejemplo han puesto siempre el cambio de nombre que registró el ministerio competente, que pasó a llamarse Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Una moción-tipo, que presentaron en multitud de ayuntamientos, pedía el cambio de nombre para que volviera a aparecer la palabra "agricultura" en su denominación. Y durante la campaña electoral de las elecciones del pasado 20N Rajoy presentó como una muestra de compromiso con los agricultores ese cambio de denominación, que llevó a efecto cuando nombró gobierno.
En el programa electoral de esas elecciones generales figuraba la siguiente: "Defenderemos una Política Agrícola Común fuerte, dotada de medios suficientes para nuestro sector agrícola y ganadero." Además de: "Elaboraremos una estrategia nacional para la aplicación y defensa de la nueva PAC Fomentaremos la internacionalización del sector agroalimentario español, mediante la promoción de su industria y el apoyo a la implantación de nuestra gastronomía en el ámbito europeo e internacional." Como decía, el ministerio volvió a llamarse "de Agricultura" y su titular pasó a ser Miguel Arias Cañete, que ya fuera ministro con Aznar, con intereses en el sector por sus relaciones con familias jerezanas, y famoso en los últimos tiempos por su gusto por la tostada con manteca colorada, que no eran capaces de prepararle los inmigrantes. Él ha sido portavoz de agricultura y azote de los anteriores titulares del ramo socialistas.
Pues bien, después de la polémica por el acuerdo alcanzado por la Unión Europea con Marruecos que da vía libre al tomate marroquí, tan protestado por las comunidades autónomas afectadas (Andalucía, Murcia, Canarias...) y por las asociaciones de agricultores, en lugar de defender las posiciones de los perjudicados, el ministro Arias Cañete ha acusado a éstos de "catastrofistas" por sus pronósticos en relación a la evolución de nuestros productos. El ministro ha estado en Marruecos y así se ha pronunciado, para darle el gustazo al gobierno marroquí. Y ha dicho que no pedirá compensaciones a Europa por dicho acuerdo. O sea, lo contrario de lo prometido a los agricultores españoles en la dichosa campaña electoral. Algunos se creían que con solo cambiar el nombre al ministerio todo estaba ya bien.
Eso es lo que entiende el PP por "internacionalización del sector agroalimentario español", que nos invadan otros con sus productos, a cambio de...¿qué? Para que otra vez sigan perdiendo el tiempo en los ayuntamientos debatiendo sus hipócritas mociones. A ver si se enteran los agricultores españoles.
6 comentarios:
¡¡Muy bien dicho Schevi!!
Si algún día alguno del pepé me preguntara: "Qué es el cinismo" yo me atrevería a responderle
«Qué es el cinismo
me preguntas
clavando en mi popó
tu pepé azul.
¿Qué es cinismo?
¿Y tú me lo preguntas?
¡Cínicos, que sois unos cínicos...!»
(etcétera, etcétera, etcéteraaa...)
"Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables", así empieza el diccionario de la Real Academía sus definiciones sobre el cinismo. Que ni pintao para el PP, sí señor.
Un paso más a favor del patrón y en contra del agricultor, está claro que la medida favorece a los empresarios españoles que se aprovechan de los bajos sueldos de Marruecos y que encima tendrán sede social en Barbados o Gibraltar.
Esa es otra dimensión, Quinto Forajido, del problema. La deslocalización, que perjudica al trabajador nacional, y que engorda los bolsillos de empresarios sin escrúpulos. Encima hacen competencia desleal a los empresarios que crean riqueza (o eso pretenden) en nuestros pueblos. Y la excusa de que así se impide la llegada de inmigrantes ilegales para trabajar en nuestros campos es pura hipocresía. Si los emplean es por que hacen trampas beneficiosas para los empresarios, no por solidaridad con el jornalero español.
Lo cierto es que el ministro se está cubriendo de gloria, con esas declaraciones sobre el "catastrofismo" de los agricultores. Menudas manifestaciones habrían organizado si el ministro o ministra fuese del PSOE.
Mi paisano... casado con su mujer... en fin, a ver si los agricultores se enteran bien de lo que les hacen y yo no sé si estaría bien, pero merecería una respuesta similar a la que Francia nos hacía a nuestra agricultura.
No creo que eso ocurra, Alfonso. Los grandes empresarios tienen intereses en Marruecos y no se van a tirar piedras a su propio tejado. Pero esto podría servir para que los pequeños y medianos agricultores se den cuenta que no les interesa ir de la mano de esta gente.
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