sábado, 3 de diciembre de 2016

El regalo de hoy, por mi onomástica


Hoy es San Francisco Javier (y el Día de Navarra, como he recordado otras veces), y como otros años he recibido felicitaciones por mi onomástica. También, como otros años, algunos se adelantaron y lo hicieron en San Francisco de Asís, teniendo que aclarar a más de una y uno la diferencia entre ambos personajes. Quien se adelantó a todos en la felicitación fue mi mujer, Ana, que me hizo entrega, nada más llegar de la cena de todos los viernes en casa de mis cuñadas, de un regalo. Un libro, el libro "En el punto de mira", de Baltasar Garzón. Un libro de más de mil páginas, editado este año, donde el antiguo juez nos cuenta en primera persona los avatares vividos en su paso por la Audiencia Nacional. Veinticinco años de vivencias en el candelero. Seguro que es muy interesante.

Sobre Baltazar Garzón he publicado varias entradas en la también ya dilatada vida de este blog. Un personaje que no deja indiferente a nadie. He manifestado mis desacuerdos con él y también le expresé mi público apoyo por su enjuiciamiento, acusado de prevaricación, por haber iniciado un proceso contra los crímenes del Franquismo, a instancias de Falange Española o Manos Limpias. Lamenté que fuese apartado de la carrera judicial, condenado al declararse ilegales las escuchas ordenadas por el juez de las conversaciones entre los encausados por el caso Gürtel y sus abogados. Está claro que cuando los jueces se ensañan con miembros relevantes del PP, el juez tiene muchas veces las de perder, a diferencia de los casos en que se investigan a otros políticos de otros partidos. Y Garzón ha sido una de las víctimas de la maquinaria aplastante del PP contra sus adversarios. O así lo considera este partido que ha visto varias veces actuar a la Justicia en su contra, en la mano de Garzón (el citado caso Gürtel, el caso Camps... ). No importa que fuese "uno de los azotes de la banda terrorista ETA", como declaró la instructora de la recusación que presentó contra él la Asociación de Víctimas del Terrorismo, en el caso de la financiación de Askatasuna y Batasuna en las herriko tabernas, no. Con él había que acabar. Demasiado protagonismo, un verso suelto, insobornable, contar corriente, como reza el subtítulo de su obra. No le perdonaban que también se hubiese atrevido, a detener al dictador chileno Augusto Piñochet en Londres para traerlo a España y ser juzgado por crímenes contra la humanidad, cosa que impidió José María Aznar con la ayuda de Margaret Thatcher. Recuerdo que en 2010 Izquierda Unida presentó una moción en el Ayuntamiento de Palma del Río, de apoyo al juez ante la suspensión de funciones por el juicio sobre las denuncias de Falange y Manos Limpias, donde el portavoz del PP hizo alusión al caso de las víctimas del Franquismo y también al caso Gürtel y a la acusación de haber cobrado del Banco de Santander por unas conferencias impartidas en Estados Unidos. La campaña contra él estaba en marcha. Los grupos apoyamos la moción, salvo el PP, que se abstuvo acusándonos a los demás de atacar a la Justicia por motivos ideológicos (cree el ladrón que todos son de su misma condición). No pararon hasta quitárselo de encima.


Ayer Baltasar Garzón estuvo en Palma del Río para presentar unas jornadas, organizadas por la Delegación de Cooperación Internacional de ayuntamiento palmeño, donde varios jóvenes estudiantes de ESO viajarán a Granada para recibir formación y debatir sobre Derechos Humanos, en colaboración con la Fundación que preside Garzón, FIBGAR, fundación internacional que centra su actuación en la defensa de los Derechos Humanos y la Jurisdicción Universal. Gracias a esa visita, el libro que me ha regalado Ana cuenta con algo más especial, una dedicatoria de puño y letra del mismo Garzón. 


Dice así: "Para Shevi con el afecto de un hombre del derecho para otro que también vive el derecho y la política entendidos como servicio público y en beneficio de una sociedad más libre, transparente y democrática. Un abrazo. B. Garzón. 2-12-16".

Sin duda, como dije, un regalo muy interesante, y todo un honor que cuente con una dedicatoria, que me ha emocionado también. Mi mujer (en colaboración de una sobrina, Vanessa, que ha conseguido la dedicatoria) ha sabido agradarme con su regalo. Muchas gracias. 

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