Como siempre, echando la culpa a la herencia recibida. Como un heredero cabreado porque papuchi no le ha dejado la mejor finca, Rajoy avisa que "ahora viene lo más duro". Nos va a hacer pagar los platos rotos que se ha encontrado (dice) en la despensa, cuando él esperaba las acciones de telefónica, el chalé en Somosaguas, la cartilla del banco repleta, el mercedes en la puerta... Así es él. Se va al Consejo Europeo y allí les cuenta la verdad a los líderes europeos. Lo que aquí calla. Que nos tiene preparado un paquete de campeonato. Tan duro va a ser que nos dice que la reforma laboral le va a costar una huelga general. Creía que no le estaban grabando. No se le ve, sin embargo, muy enfadado, por la sonrisa. Así será lo que nos tiene reservado el gañán. A Europa le insiste en que los presupuestos llegarán después de las elecciones en Andalucía, y las recién convocadas por Álvarez Cascos para Asturias. No quiere la huelga general antes, no vaya a ser que se le frustren, una vez más, los planes al señorito Arenas, uno de sus peones y apoyo incondicional.
Pues, obliguémosle a hablar. Que nos diga ya que piensa hacer con los trabajadores y sus derechos. Si va a dejar alguno. Ya sea alguno de los derechos o algún trabajador en activo, visto el panorama de desempleo que nos auguran para los próximos dos años de recesión. Lo mismo la huelga general ni puede convocarse, pues estaremos muy pronto todos en el paro. Sí, va a ser muy duro, Mariano. Y tú serás el culpable.
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