Rajoy, "cobaaaarde, pecadoooorrrrrr de la pradera"

Este es el presidente del gobierno que tenemos, el que iba a decir la verdad. Ve a los periodistas y escapa por la puerta de atrás sin dar explicaciones del recorte de 10.000 millones de euros en educación y sanidad, cuando no hace ni dos semanas que aprobó en consejo de ministros los presupuestos generales del estado con más recortes de la historia. ¿Se le había olvidado incluir semejante rebaja? Parecería una película cómica de Benny Hill, un chiste de Chiquito de la Calzada, si no fuera porque los mercados, ante los que sí habla, para rendir pleitesía, lo han castigado con caídas de la bolsa y subidas de infarto de la prima de riesgo. Y él calla, ante la marabunta de ministros que se contradicen los unos a los otros, o que son simplemente tratados como particulares, como le pasó a De Guindos, el ministro de economía, que, según las declaraciones de los responsables del PP (el fracasado en su Extremadura natal, señor Floriano), pinta menos que el portero de la sede del PP de Villarriba del Postigo. De ahora en adelante preguntaremos por la salida a la crisis (si la hay) a la limpiadora de la sede de la calle Génova 13.

¿Y qué decir de la pretensión de Esperanza Aguirre de devolver las competencias de sanidad, justicia y educación al Estado, que fue su partido el que repartió a todas las comunidades del artículo 143? Tambien calla que es por el desastre de gestión y la deuda acumulada durante años, cuando ella lleva de presidenta de Madrid desde 2003 y el PP desde 1995 gobernando esa comunidad. ¿Vuelve el programa de AP de Fraga, con la eterna reforma del Título VIII de la Constitución? ¿A qué espera Aguirre para dimitir?

Hoy Rajoy, en el Congreso, lo único que ha dicho es que no va a pactar con el PSOE, porque Rubalcaba no le ha contestado a su oferta de negociar los nombramientos institucionales pendientes de renovar...por cierto, desde las legislaturas anteriores en las que Rajoy era el jefe de la oposición y él se negó a pactar. O reprochar que no acepte la ley de estabilidad presupuestaria, donde se cambian los criterios de déficit pactaos con anterioridad, ahora que tiene el PP mayoría absoluta. Sin duda se está ganando Rajoy a pulso el ser considerado el peor presidente de la democracia, tras sus primeros cien días de mandato, sistema que, a la luz de sus explicaciones, parece no gustarle mucho.Y mira que Aznar había hecho méritos. Ni explicaciones a los medios, ni a los representantes de la soberanía popular. Improvisando, sacando conejos de la chistera un día sí y otro también. Sin admitir preguntas. "¿No hay otro sitio por donde salir?" Cobarde.  ¡Por la gloria de mi madre, fistro!