Mi suegro, Miguel Santos, tenía la costumbre de reunir en su casa a todos los hijos (son seis) en su cumpleaños, el 1 de noviembre. Lo habitual era hacer unas migas. Esta costumbre se ha mantenido incluso después de su fallecimiento. Las "migas de los santos". Así que me voy a darle a la paleta para hacer las migas, que se han retrasado hasta hoy sábado, para que todos, hijos, hijas, nietos, nietas, y demás familia puedan asistir. Y, como está lloviendo, habrá que hacerlas en la cocina, en lugar de en su rosco al aire libre, pero sabrán más sabrosas, con el ambiente más otoñal.
1 comentario:
Son de pan del día anterior. Muchas gracias, Maria. La lluvia no impidió ni su elaboración ni su degustación. Pasamos un buen día en familia.
Saludos.
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