Como diría el emérito y campechano monarca: "Me llena de orgullo y satisfacción, comunicarles que he terminado los estudios de la Licenciatura de Derecho". El pasado 8 de septiembre hice una consulta telefónica a la UNED sobre mis créditos, pues se me habían adaptado en el curso 2011-2012 mis estudios anteriores, del Plan de 1953, con el resultado de primer ciclo completo, 3 créditos de libre configuración y una serie de asignaturas superadas del segundo ciclo de la licenciatura. Como me habían comunicado en un escrito que tenía 4 créditos de libre configuración, llamé para aclarar esa discrepancia entre mi expediente y la notificación anterior, ya que quería saber qué asignaturas debía cursar en el próximo curso, si aprobaba los exámenes de septiembre, para acabar, si podía, mis estudios, antes de que se extinguiese el Plan de 2000, o si me tenía que conformar con pasar a los estudios de Grado.
Desde la adaptación (con el paréntesis de ese curso 2011-12, donde no me presenté a ningún examen) he superado diversas asignaturas troncales del segundo ciclo (del resto), incluidas también dos asignaturas optativas. En la conversación telefónica del 8 de septiembre pasado me comunicaron que solo me faltaban por superar 19 créditos de asignaturas troncales, correspondientes a las asignaturas de DERECHO PROCESAL II y PRACTICUM (ambas de quinto curso), para terminar mis estudios. Pues las asignaturas de libre configuración estaban computadas en el primer ciclo adaptado. Por tanto los tres créditos anteriores eran sobrantes. E incluso me sobraba una de las asignaturas optativas, con lo que tengo 8 créditos totales de más.
En la convocatoria de septiembre me he examinado de las dos asignaturas anteriores, superando las dos (con un 6 y un 8 respectivamente), según la secretaría virtual. El día 11 publicaron la nota del PRACTICUM, y hoy la de DERECHO PROCESAL II, nota que esperaba con lógica ansiedad, pues de ella dependía si acababa o no mis estudios este curso que ahora termina. Mi alegría ha sido enorme al conocer el resultado. Y, si se confirma esto en mi expediente, en breve periodo de tiempo podré solicitar el título de Licenciado en Derecho.
Empecé estos estudios hace muchos años, dejándolos abandonados en mi etapa de cargo público (demasiados años sin estudiar). Los retomé efectivamente hace dos, con un resultado estupendo, pues no solo no he suspendido ninguno de los exámenes de las asignaturas pendientes, sino que la mayoría (incluidas las signaturas nuevas que he tenido que cursar, no previstas en el curriculum del plan anterior con el que empecé) las he superado con nota (la mayoría con Notable, e incluso algún Sobresaliente). Cuando ya no se es joven, pues tengo 52 años (a punto de cumplir 53), se trabaja, y se tienen responsabilidades familiares, es más difícil estudiar. Supone un sacrificio familiar, económico, personal y un esfuerzo suplementario al tener que emplear tu tiempo libre para el estudio. Además de soportar el desgaste físico e intelectual que te da la edad, algo que no te obstaculiza a edad joven. Para nada vale ahora arrepentirse de no haber aprovechado hasta el final la oportunidad que tuve de joven, ya que la muerte de mi padre me obligaba también a buscarme el sustento. Nunca es tarde si la dicha es buena. Hoy lo que siento es una enorme alegría por haber superado todos estos obstáculos. Con mi sacrificio y el de mi familia, especialmente de Ana, mi mujer, que me ha ayudado con su constante apoyo a superar la prueba con éxito.
Pronto podré decir que soy un jurista, Licenciado en Derecho. Siento orgullo y satisfacción, como decía con humor al principio de esta entrada. Y tengo esperanza en el futuro. Un abanico de posibilidades (aunque ahora solo sean teóricas) se abre generoso ante mi.
4 comentarios:
Mi más "sentida" enhorabuena y mis más emotivos deseos de que te vaya todo como hasta ahora (que no te ha ido mal ni mucho menos) Un abrazo.
Muchas gracias, amigo. Y que tú lo veas, jajaja. Un "sentido" abrazo.
Enhorabuena y suerte.
Muchas gracias, Anónimo comentarista.
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