¿Se acuerdan del anuncio donde se ve el culo de Eduardo Noriega. Vean:
Nadie puso el grito en el cielo cuando salió este spot publicitario. Es más, mis amigas comentaban con alegría (y lujuria) la ocurrencia. Sin embargo, las azafatas de Ryanair se destapan por una causa benéfica y se monta una escandalera.
Últimamente vemos muchos calendarios “benéficos” con desnudos colectivos: bomberos, futbolistas de equipos modestos, madres de AMPAS, estudiantes universitarios, operadas de cáncer de mama, famosas contra el maltrato animal (calendario de PETA)... Todo muy simpático y recibiendo apoyo. Pero estas azafatas hacen otro calendario y se monta el circo: las asociaciones de consumidores denunciando, el Gobierno interviniendo (más feminista que nadie, como siempre), y todos a dar su opinión.
En navidades la publicidad nos invade con modelos semidesnudas (o desnudas, sin más) para estimular la compra de regalos: perfumes, moda, coches…También salen algunos hombres de esta guisa. Y las protestas que vemos son las típicas: el estímulo del ansia consumista que, además, desvirtúa el significado de estas fiestas. No podemos olvidar que éstas son religiosas, y es lógico que los cristianos protesten por la adulteración de su sentido. Pero a ello se une el concepto moral típico de esta religión, y se tiende a caer en la mojigatería propia de los fundamentalistas católicos, que recuerda a las enseñanzas recatadas que impartía la Sección Femenina de la Falange, en los tiempos “gloriosos” del general (“liberal-conservador”) Franco.
Parece que las feministas y los “feministos” están cayendo en el mismo puritanismo del que hacían (y hacen) gala aquellos otros simpatizantes del “régimen nacional-católico”. Protestan porque se difundan imágenes, para ellos/as censurables, pero no montan el mismo follón cuando circulan sin freno otras, como el famoso video de la agresión racista del metro o las agresiones gravadas con móvil.
¿Volverá la inquisición?
Foto de FACUA
Nadie puso el grito en el cielo cuando salió este spot publicitario. Es más, mis amigas comentaban con alegría (y lujuria) la ocurrencia. Sin embargo, las azafatas de Ryanair se destapan por una causa benéfica y se monta una escandalera.
Últimamente vemos muchos calendarios “benéficos” con desnudos colectivos: bomberos, futbolistas de equipos modestos, madres de AMPAS, estudiantes universitarios, operadas de cáncer de mama, famosas contra el maltrato animal (calendario de PETA)... Todo muy simpático y recibiendo apoyo. Pero estas azafatas hacen otro calendario y se monta el circo: las asociaciones de consumidores denunciando, el Gobierno interviniendo (más feminista que nadie, como siempre), y todos a dar su opinión.
En navidades la publicidad nos invade con modelos semidesnudas (o desnudas, sin más) para estimular la compra de regalos: perfumes, moda, coches…También salen algunos hombres de esta guisa. Y las protestas que vemos son las típicas: el estímulo del ansia consumista que, además, desvirtúa el significado de estas fiestas. No podemos olvidar que éstas son religiosas, y es lógico que los cristianos protesten por la adulteración de su sentido. Pero a ello se une el concepto moral típico de esta religión, y se tiende a caer en la mojigatería propia de los fundamentalistas católicos, que recuerda a las enseñanzas recatadas que impartía la Sección Femenina de la Falange, en los tiempos “gloriosos” del general (“liberal-conservador”) Franco.
Parece que las feministas y los “feministos” están cayendo en el mismo puritanismo del que hacían (y hacen) gala aquellos otros simpatizantes del “régimen nacional-católico”. Protestan porque se difundan imágenes, para ellos/as censurables, pero no montan el mismo follón cuando circulan sin freno otras, como el famoso video de la agresión racista del metro o las agresiones gravadas con móvil.
¿Volverá la inquisición?
Foto de FACUA
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