LLega la Navidad

A propósito de la manifestación “en defensa de la familia”, convocada por los de siempre, para el 30 de diciembre en Madrid.

Un hombre mayor (viejo para la época), viudo y con hijos, empresario del sector maderero, y descendiente lejano (posiblemente, de una rama venida a menos) de una casa nobiliaria, se casa con una jovencita (casi niña), que, además está embarazada de otro antes de consumar el matrimonio (y parece que no llega a consumarse tras este detalle, ya que el viejo se entera más tarde y decide ocultar su vergüenza).

Si le preguntaran a mi vecina, aquella que me decía mi madre, en mi juventud, que murmuraba al verme llegar tarde a casa a cenar (y yo me preguntaba qué hacía mi vecina a altas horas de la noche mirando por la ventana, para ver a qué hora volvía yo a casa desde el pub), seguro que opinaba que esto era una inmoralidad, que esa niña era un pendón verbenero y que su marido era un calzonazos que no debía haber pasado ni un minuto junto a su mujer, después de enterarse que le había tomado el pelo con otro... Pues....

Un enigma que siempre me ha intrigado. ¿Cómo es que la Iglesia católica pone como modelo de lo que debe ser una buena familia cristiana a “esta” Sagrada Familia?