15ª Entrega
Nuestra camarera creía consumirse de gozo atrapada en el cepo que formaban las extremidades superiores del felino. Pero nada más encenderse el cigarrillo, éste se comportó como un fulminante soltando chispas y rayos con gran violencia. Windha saltó asustada dejando atrás una nube de polvo negruzco, que, al disiparse, permitió ver de nuevo al gato, al parecer burlado. Se dispuso la camarera fugitiva a acercársele cuando…el felino se quitó el disfraz, como hacen los embozados cuando se apartan la capa que les esconde, descubriendo su verdadera y siniestra identidad. No era tanguista, ni rectangular, ni tan siquiera paralelepipédico y, ni mucho menos (por supuesto), gato.
Nuestra camarera creía consumirse de gozo atrapada en el cepo que formaban las extremidades superiores del felino. Pero nada más encenderse el cigarrillo, éste se comportó como un fulminante soltando chispas y rayos con gran violencia. Windha saltó asustada dejando atrás una nube de polvo negruzco, que, al disiparse, permitió ver de nuevo al gato, al parecer burlado. Se dispuso la camarera fugitiva a acercársele cuando…el felino se quitó el disfraz, como hacen los embozados cuando se apartan la capa que les esconde, descubriendo su verdadera y siniestra identidad. No era tanguista, ni rectangular, ni tan siquiera paralelepipédico y, ni mucho menos (por supuesto), gato.
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