Este hombre, sin duda, es el personaje de la semana. El juez Castro, al volver a imputar a la infanta Cristina, en su investigación dentro del sumario del caso Nóos, se ha llevado el aplauso de una parte importante de la ciudadanía. No por el resultado de este proceso en sí (que no sabemos cómo terminará), sino por la valentía de exigir que la infanta, un miembro de la familia real española, declare en el juzgado que investiga las andanzas de su marido, Iñaki Urdangarín; otro personaje no ya muy querido por la población tras lo que venimos sabiendo de cómo se ganaba la vida. El cordobés José Castro se ha comportado como un valiente tras esta segunda imputación de Cristina de Borbón. Muchos ven en él un adalid de la justicia y la verdad, un defensor infatigable de la igualdad ante la ley. Una ley que no debería proteger a los poderosos. Como ya pasó con Jaume Matas, el cacique del PP balear que incluso llegó a ser ministro con Aznar, y que tras la instrucción de su caso por nuestro paisano terminó condenado, esperando el más que posible indulto de su correligionario Alberto Ruiz-Gallardón. Por eso Castro se ha ganado la enemistad de otra parte de los españoles, los ultra-conservadores que no le perdonan que haya sentado en el banquillo al otrora todopoderoso ex-presidente balear. Y que ahora tiemblan viendo cómo la hija menor del Rey vuelve por segunda vez a ser obligada a declarar en los juzgados acusada de diversos delitos. Algo que empeora aún más la mala imagen de la monarquía. Y que hace que los contribuyentes nos enfademos con más razones tras el expolio al que estamos siendo sometidos desde que gobierna Rajoy y su banda política y mediática. Con lo que no es de sorprender que éstos estén haciendo todo lo posible por paralizar de nuevo esta imputación, sin dudar en echar tierra encima de la imagen del nuevo héroe de la ciudadanía, pese al descrédito de la Justicia. No obstante, él sigue en sus trece, como ha hecho incluso prolongando su servicio activo, sin llegar a dejar el caso por su jubilación. Por ello, se merece el reconocimiento. Y nuestro sincero aplauso.
2 comentarios:
Yo quisiera que al juez Castro no le pase nada.
Que no corra la misma suerte que el juez Garzón.
Yo quisiera que la justicia fuera igual para todos los españoles.
Yo quisiera que la borbona acuda a la administración de justicia como cualquier otro imputado.
Yo quisiera... Yo quisiera...
Y yo.
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