Hoy, en Palma del Río, da comienzo la segunda Feria del año, la Feria de Agosto, la que tiene raigambre histórica y que, desde hace algunos años, sin embargo, está en decadencia. Parece que los buenos tiempos en materia económica permitieron a muchos y muchas salir en busca del frescor de las playas en estas fechas. Además los jóvenes, por la misma causa, empezaron a hacer lo mismo que sus mayores, aburridos, para colmo, de seguir practicando el cotidiano y tedioso (sobre todo cuando van creciendo) "botellón", que sigue, en el Jardín Reina Victoria, sin inmutarse por la presencia de algunas casetas, los cacharritos y la mayor afluencia de público al Paseo.
Este año, la crisis hará que muchos menos de sus moradores sean los que abandonen la ciudad. Incluso volverán a verse a emigrantes buscando un sitio entre los veladores de los "aguaúchos" (aguaduchos, según el DRAE), para mitigar el calor, en compañía de sus familiares del pueblo. La crisis hace que el ingenio se agudice para encontrar "soluciones baratas" para disfrutar de las vacaciones. Aunque no creo que el menguado (por la denominada "zona de congresos") recinto ferial de las casetas de antaño vaya a completarse como en los buenos tiempos. Ya son pocos los que se "sacrifican" por disponer de un lugar de encuentro propio, y se abandonan además las horas de más calor. Como siempre, los aguaúchos centrarán el interés de los "feriantes".
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