sábado, 6 de agosto de 2011

China y la deuda de Estados Unidos


¡Cómo hemos cambiado! Tras la muerte de Franco numerosos grupos políticos salieron a la luz en España, entre ellos muchos que se consideraban marxistas-leninistas. Eran, tras la aparición del eurocomunismo y la política de desestalinización de Kruschef, los que se consideraban verdaderos comunistas, frente a los traidores revisionistas soviéticos y de los partidos comunistas tradicionales occidentales. Grupos como el PTE, el PCE (ML), o la ORT, eran los que en nuestro país reivindicaban la pureza ideológica heredera de la doctrina revolucionaria de Marx y Lenin. En Europa solo Albania le seguía la corriente. Y China era su principal foco de atención y faro que les iluminaba y sostenía. Por eso se definían como "comunistas, marxista-leninistas, pensamiento Mao Tse Tung". 


Estos grupos se diluyeron rápidamente. Como se evaporó el "pensamiento Mao Tse Tung" a la muerte del "gran timonel". La herencia de la revolución cultural fue enterrada por los nuevos dirigentes chinos, llegando incluso a realizar reformas económicas, que dieron la vuelta como un calcetín al sistema impuesto por Mao. El basamento de tal cambio se resumía en la famosa frase de Den Xiaoping: "da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones".

La fuerte expansión y el crecimiento económico de China, basado en su exportaciones a Occidente, con un sistema rígido en lo social y político, conservando la tiranía autoritaria bajo la dirección del Partido Comunista (ironías del destino), sin libertades políticas ni sindicales, pero sí con liberalización económica controlada y auspiciada por el estado,  ha hecho que el gigante asiático se haya convertido en una potencia económica mundial. Occidente compraba a mansalva productos chinos, gracias al endeudamiento de las familias. Ahora, sin embargo, la crisis económica ha traído una reducción del consumo, que unido, al empobrecimiento y el alto endeudamiento, ha provocado una caída de esas importaciones por Occidente. Importaciones que supusieron una gran acumulación de capital para los chinos, debido a sus bajos costes, y su correspondiente reinversión en dólares (el 70% de sus inversiones en divisas) y préstamos (participando en fondos de inversión) a los países occidentales, deseosos antes a su vez de endeudarse para consumir e invertir, sobre todo en el sector inmobiliario.

La rebaja de la calificación de la deuda estadounidense por la consultora Standard & Poor's ha enfurecido a los chinos, grandes acreedores de esos préstamos. Y grandes inversores en divisa americana. El prestamista teme por su dinero, tras la rebaja de garantías. No solo son economías europeas las endeudadas, como algunos aquí nos quieren hacer creer, por intereses puramente electorales. También el gigante americano tiene en peligro sus finanzas. Y el antiguo garante de la pureza ideológica marxista, que en las formas, sin embargo, sigue manteniendo, exige la garantía del cobro de la deuda, como de un antiguo usurero decimonónico de los cuentos de Dickens se tratara. El perfecto comunista es ahora el ejemplo de pérfido capitalista. Sí, cómo han cambiado algunas cosas en estos tiempos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lo que pueden llegar a cambiar, porque esto no ha hecho nada más que empezar. Al ritmo que se están produciendo los acontecimientos veremos a ver cómo está el mundo cuando nos comamos los polvorones.
Esperemos que la situación no se descontrole y acabemos arrepitiénndonos de tanto AVANCE TECNOLOGICO que lo unico que hace es aumentar los desequilibrios entre ricos y pobres, cargarse el planeta e imponer la ideología del consumismo puro y duro.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Pues no sé, pero no creo que los avances tecnológicos sean los culpables de lo que está ocurriendo en el mundo financiero mundial, sino más bien el ansia desmedida de riquezas, sin control ni regulación general que la ordene. ¿No?