El Black Friday se inició en Estados Unidos y se ha importado (como no) a España con verdadero entusiasmo en los últimos años, como otras "celebraciones". El motivo (como no) es comercial. En USA hacía referencia al día siguiente al Día de Acción de Gracias, el viernes siguiente al cuarto jueves de noviembre, cuando las calles se llenaban de gente empezando las compras para las navidades. Motivos comerciales, como no. Aquí también se ha popularizado como una especie de rebajas para que la gente se interne en la espiral de consumo de las navidades. Como éstas cada vez nos las inician más pronto (en Madrid, por ejemplo, hoy se enciende el alumbrado navideño, y en Palma ya lleva varias semanas de instalación para que se encienda en el puente de la Constitución) los comerciantes han importado el "invento americano" para que el sufrido consumidor empiece a desinflar la cartera y la cuenta de ahorros con vistas al obligado dispendio del solsticio de invierno y sus fastos, como no. De esta manera venimos viendo en todos los medios la publicidad del dichoso Black Friday, incluso extendiéndolo a varios días, para aprovechar las ventas. Toda mercadería se nos anuncia ya afectada por el "Viernes Negro", aunque sea miércoles, jueves o sábado. Incluso en los mercadillos vemos el lema de campaña de las rebajas... aunque cada uno lo llame a su manera. Como en Estados Unidos, como no.
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