miércoles, 29 de diciembre de 2010

Oferta culinaria original

Hemos pasado unos días en Granada, tras las fechas más señeras de la navidad. Esta ciudad tiene numerosos atractivos, destacando La Alhambra. Pero también es conocida por una costumbre que, aunque se da en otros puntos de la geografía española, aquí tiene fama entre los de mi tierra: cuando pides una bebida en un bar (vino, cerveza, refresco...) te sirven siempre una tapa, aunque no la pidas. Existe además toda una cultura gastronómica alrededor de la tapa, llegándose a condecorar a los establecimientos que más se esmeran en sus ofertas y en el ambiente que rodea a los clientes, fomentando el turismo. Y algunas veces, con un par de cervezas, y sus respectivos acompañamientos, te puedes dar por cenado o almorzado, de lo grandes que son. Ese, además del monumento más famoso y una visita al Parque de las Ciencias (la excusa de la que surgió la idea del viaje), era uno de los motivos que nos impulsaron a visitar la capital del último reino musulmán, cuya anexión en 1492, culminó la Reconquista.


Cerca del hotel donde hemos parado había un bar, especializado también en tapas, como su propio nombre indica, donde se mostraban unos carteles. Uno  ofrecía comidas navideñas. Otro decía: "Cuenta con nosotros para vuestra comida de navidad". En esta pizarra se ve perfectamente: "COMIDA CASERA Y DEMOCRÁTICA".

Siempre es un reclamo la comida casera, entre tanto "innovador" gastronómico que encontramos por ahí, pero, si ésta además es democrática, tiene mayor atractivo. Debe ser una gozada que no te impongan la tapa, que puedas elegir el condumio. O incluso, que si el grupo con el que vas tiene que escoger, que sea sin autoritarismo (normalmente del "entendidillo en cocina"), que se debata y hasta se vote el menú. Seguro que sienta mejor la comida elegida popularmente. Lo que ocurre es que lo vimos abierto solo el día de nuestra llegada y  por la noche estaba cerrado, incluso en las jornadas siguientes. Así que no pudimos probar la "comida democrática". Tal vez es que lo democrático consistiera en lo típico de los menús de navidades: que se come el 25 los restos de la cena de nochebuena, como hace el pueblo llano. Y a éstos del bar se les habrían acabado ya el 26 aquellos manjares. O sería que los cafés que se sirven no son como los que toma el ministro de industria, sino más baratos. En fin, otra vez será. Otro motivo para volver a Granada.

3 comentarios:

emago dijo...

Casi seguro que el menú seria tortilla de patatas. A sin café, los cafés se los tomaran los directivos de las eléctricas , Elena Salgado, y compañia .
Bueno eso, si el (autónomo) dueño del bar puede abrirlo.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Sobre el barullo de la tarifa eléctrica ver:

http://www.escolar.net/MT/archives/2010/12/el-populismo-electrico.html

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¡Feliz año nuevo, CreatiBea!