sábado, 2 de junio de 2012

"No estamos al borde de ningún precipicio"


Eso ha dicho Rajoy hoy ante empresarios catalanes. Se queja de que somos catastrofistas, de que no hacemos otra cosa que dar pábulo a rumores que no traen tranquilidad y confianza. Después de una semana negra, con caídas de la bolsa, subidas record de la prima de riesgo, cuando desde Europa (Banco Central Europeo y Comisión) nos critican por la mala gestión con Bankia, cuando mucha gente habla de intervención y rescate de la economía española, por la crisis financiera, y cuando su gobierno sigue en la línea de decir cada ministro una cosa y otro la contraria cinco minutos después, haciendo trizas su programa electoral. Él se atreve a criticar a los demás porque ven el apocalipsis aparecer por el horizonte en medio del maremagnum que vivimos cada día, con la camisa que no nos llega al cuerpo. Y mientras nos exige confianza y sacrificio. Como para creerle. De seguir así se hará realidad aquel chiste que decía: "¡Ciudadanos, estábamos al borde del precipio, pero no preocuparos: hemos dado un paso adelante!" ¿Veremos la imagen hecha realidad?

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