Os preguntaréis por qué dedico la imagen del viernes de esta semana a este japonés. Por su sinceridad, por decir las cosas claras. Taro Aso fue primer ministro del Japón desde el 24 de septiembre de 2008 al 15 de septiembre de 2009 y ahora es ministro de finanzas. Es ya un "venerable anciano" de 72 años, presidente del Partido Liberal Democrático de Japón. Y esta semana ha pronunciado unas frases que seguro han hecho las delicias entre los pensadores del "think tank" liberal español más activo, la FAES que dirige José María Aznar. Nuestro "querido nipón" ha pedido a los ancianos que se den prisa en morir. Una cuarta parte de la población japonesa es mayor de 60 años y sigue aumentando su proporción. Ante el problema de la carga fiscal que generan los pensionistas dijo que "el problema no se resolverá a menos que ustedes se den prisa en morir", refiriéndose a esos ancianos. Ya antes, en 2008, había dicho de éstos, a los que llamó "chochos", que "Veo a gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico. ¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?". Casi termina pidiendo que se hagan el harakiri, como los viejos samuráis, como sacrificio por el Imperio. ¿En esto consiste el milagro económico de Japón?
Los "viejos chochos" que no hacen nada son otros, claro. Él se dedica a la política y es adinerado, así que no se verá a sí mismo como una carga para el estado. Aquí, sus correligionarios, liberales y católicos como él, no se han atrevido a decir sus pensamientos tan sinceramente, aunque el gobierno de Rajoy se dedica a subir los impuestos a los pensionistas, a obligarles a pagar una parte del coste de las medicinas de sus costosos y prolongados tratamientos, algunos ya fuera del sistema de la seguridad social (como para todos los demás) y a engañarles subiendo por debajo del IPC sus pensiones. Amén de los bocados financieros que están dando periódicamente al sistema de atención a la dependencia y los servicios sociales en general, con idea de eliminarlos de la faz de la tierra y volver a la antigua Beneficencia, en manos de las instituciones religiosas. Aquí están intentando conseguir lo mismo: que los ancianos mueran pronto de desatención y así se gaste menos dinero el Estado en Sanidad y Pensiones. De esta forma los ricos se podrán bajar sus impuestos aún más y habrá más dinero para sus empresas y para la banca. Claro que sin decirlo con tanta sinceridad como lo ha hecho Taro Aso. En esto consistirá el milagro de la recuperación que prometen los ministros del PP ¡Ahhhhh! cómo estará rabiando de envidia nuestra querida también católica y liberal Esperanza Aguirre, la que siempre habla claro en nuestra piel de toro. El nipón se le ha adelantado. ¿No podría haber sido él el que se hiciera el harakiri?. Menudo indecente.
2 comentarios:
Aquí en Spain hemos acuñado una expresión parecida pero mas castiza: ¡que se hodan!
Made in Castellón, por más señas. Una expresión muy "fabril" y "engüemada".
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