jueves, 22 de agosto de 2013

Escenas de Cantabria, como parábolas


Muchas veces nos preguntamos quién es el que manda en España. El gobierno, la oposición, la Comisión europea, los sindicatos, el FMI, Alemania... Muchas serán las posibles respuestas. Una de las más repetidas es, sin duda, la banca. Eso es lo que notamos, gracias a los recortes sufridos en el Estado del Bienestar para sufragar los costes del rescate bancario, obligado por la crisis económica, e impuestos por el gobierno de la nación. Sin duda el rescate que hubiésemos preferido es el de las personas, los ciudadanos, pero éstos son los paganos del rescate al sistema financiero, ejecutado con fondos exteriores. De ahí que la respuesta a la pregunta anterior sea así de rotunda. Eso es lo que, en nuestra visita a Cantabria, ha quedado patente, viendo sus "monumentos". ¿Quién manda en España? 


La imagen de la primera entidad bancaria del país, con su sede principal en Santander, suntuosa, enorme, arrogante, con arquitectura sólida y rica, lo expresa con luminosa sinceridad. La bandera ondeando con prepotente tamaño, como si de una institución del estado se tratase, acentúa la impresión simbólica del poder


Muy lejana a la otra imagen que bien podría haber sido la de los comienzos de la historia de la entidad. En una vieja edificación, desgastada, hasta pobre y humilde. Como la de la oficina de una ciudad de la provincia de origen, la de Santillana del Mar. Un contraste evidente. 


Mas el poderío de la fachada de la sede principal no oculta la realidad del país, por muchos colores, himnos y banderas que empleemos en ocultarla. Otro símbolo, otra parábola o metáfora. España está de rebajas, no solo en los comercios. España misma está rebajada, empobrecida. A base de hacernos creer que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos están rebajando. Nos quieren reducir más los salarios, como nos han reducido las prestaciones y los servicios públicos. Nos quieren dejar desamparados, limitando el Estado a mero gestor de la defensa y el orden público. Y rebajan a la misma España para que otros la compren a precio de saldo. ¡Cuantas parábolas en tan pocas imágenes!

2 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

En España hay otra institución que manda tanto, casi, como los bancos y no exhibe ninguna bandera rojigualda en lo alto de sus campanarios.
Así estamos aquí...

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Claro que este poder no exhibe la bandera de España en sus campanarios, ellos tienen la suya, la amarilla y blanca del Estado Vaticano o Estado de la Santa Sede. La última monarquía absoluta que existe en Europa. Un estado que interfiere por sistema en los asuntos internos de los demás estados. Aunque en nuestro país, cuando sus seguidores salen a la calle llevan frecuentemente las dos banderas, como en las procesiones o en esas manifestaciones que eran tan frecuentes en tiempos de Zapatero. Ahora no se manifiestan tanto (solo para recordar las promesas incumplidas), porque "su partido" ya gobierna. Y también la tienen demasiadas veces dentro de sus templos o adornando imágenes religiosas y ajuar litúrgico, abusando de ella, haciendo de sus colores una manifestación de fe e ideología, desvirtuando su carácter simbólico constitucional, como bandera de todos los españoles (no solo los de una determinada ideología o religión).