viernes, 6 de septiembre de 2013

La foto del viernes: el palacete de Pedralbes


Pedralbes es un barrio de Barcelona. Una zona que debe su nombre a un famoso monasterio gótico. A su lado creció el barrio, una parte de Barcelona donde residen personas adineradas, uno de esos barrios para ricos que proliferan en las afueras de las grandes ciudades. Allí tienen la infanta Cristina y su  marido Iñaki Urdangarín una casa. Una propiedad que adquirieron en 2004 y que ahora está en venta, al haberse trasladado a Suiza. Mucho se ha hablado del dinero que dio el suegro de Iñaki, según ellos en concepto de préstamo para la adquisición, y que se transfirió "urgentemente" en dos suculentas cantidades de 600.000 euros. El suegro, como todos sabemos, es el rey. Me da igual que sea en concepto de préstamo o como donación. Un padre hace lo que sea por sus hijos, y, por supuesto, ayudarles económicamente es un deber, aunque ya no se encuentren bajo su patria potestad. Lo llamativo es la cantidad, un pastón. Seguro que nuestro Jefe del Estado es ahorrador, porque si se gasta cada año lo que le pagamos y está consignado en los presupuestos generales del estado, dudo que pueda hacer "préstamos urgentes" como estos en poco tiempo. O tiene negocios, como se ha hablado. O le ayudan otras personas. Eso no lo sabemos ni quieren que lo sepamos. Así entienden algunos la transparencia. Lo que sí sabemos es cómo es el llamado "palacete", pues están sus fotos en un portal inmobiliario. Y de palacete, nada de nada. Que esos tipos de mansiones sí las hay, pero esto es un chalé sin mucha singularidad. Grande, moderno, con más baños que habitaciones (limpios, o mejor dicho, aseados, sí que eran, sí, casi tanto como Isabel Preysler), con piscina y jardín, y tres plantas, como muchas primeras y segundas viviendas que hay repartidas por la piel de toro. Una pijadita más. Pero palacio no. Así que el precio (10 millones de euros), según los que saben de esto, parece exagerado. Será por el sitio y los vecinos, digo yo. A menos que sean árabes petroleros o mafiosos rusos o chinos... pocos compradores pueden salir. Una pena que la declaración de la renta me haya salido este año a pagar. No me ha quedado "calderilla" para pagarlo del tirón, como ellos. Así que yo no lo compraré. Otra vez será.

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