viernes, 24 de enero de 2014

La imagen del viernes: el dedo de Santa Teresa


Ayer, el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hombre piadoso donde los haya, presentó en FITUR, la feria del turismo, el proyecto "Huellas de Santa Teresa", un evento para celebrar el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Y aprovechó para decir cosas como: "Santa Teresa hablaba de tiempos recios, y estoy seguro de que en estos momentos estará siendo una importante intercesora para España en estos tiempos también recios que está atravesando". Asegurando, que "manda mucho", "desde arriba". Todos nos hemos acordado de cuando la Ministra de Empleo (es un decir), Fátima Báñez, se encomendó a la Virgen del Rocío para salir de la crisis. Menos mal que la Virgen no le puede contestar, porque hacerla responsable de semejante proeza, tal como están las cosas, y quitarse ella la responsabilidad de encima, sería como para lanzar a la ministra todas las plagas de Egipto de una vez. Ahora es el piadoso ministro de la represión ciudadana el que carga las culpas a otra fenecida en otros tiempos remotos, para que apechugue con el mandato de acabar con los males del país. Como si Santa Teresa fuese culpable de los casi seis millones de parados, de los recortes en sanidad, educación y servicios sociales, del retroceso a los años setenta en materia de libertades públicas y derechos sociales, de esa "milagrosa bajada del paro" en la reciente EPA (donde el índice de desempleo sigue igual y lo que baja es la población activa)... del expolio que vivimos los españoles con la excusa de la crisis económica, que está perpetrando su gobierno. El ministro diría aquellas palabras levitando en éxatasis místico, transverberando como la santa de Ávila. Seguro de contar con la mano incorrupta de Teresa de Ahumada, llevándole por el buen camino, hacia la luz del final del túnel. Mas lo que me ha recordado es otra reliquia de la abulense universal, que vimos el año pasado en nuestro viaje de vacaciones: el dedo incorrupto que se conserva en su tierra natal, en un museo junto a su casa, que enhiesto, orgulloso, erecto y enjoyado, parece simular una de esas famosas "peinetas" a las que son tan aficionados en el PP, como mostrando al beatífico ministro que ella no se hace responsable de los desmanes de su gobierno. Que si quieren sacarnos de la crisis, se pongan a trabajar de verdad. ¡Menos levitar, Fernández! Que no te pagamos tu lujoso sueldo para misticismos.

1 comentario:

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Que no te quiten el sentido del humor, María. El hunor fue algo subversivo en aquellos tiempos en que no había libertad para opinar. Riamos ahora para ponerlos nerviosos. Que ya llegarán las elecciones.

Buen fin de semana