miércoles, 15 de abril de 2015

Ruta del colesterol


Al llevar meses de estudio para las oposiciones a las que me voy a presentar mi peso corporal ha aumentado considerablemente. Algo comprensible, debido a las muchas horas sentado delante de los manuales y el ordenador con los que realizo el estudio. Así que, desde hace tiempo, me propuse salir todos los días (o casi todos) a andar, para hacer un paréntesis, en el que oxigenar cuerpo y mente, y mantener la forma física, perdiendo algo de peso. Aunque también he comprobado que, llegando a ciertas edades, el perder peso y mantener la agilidad de músculos y organismo, es cada vez más complicado. De ahí que, al menos, intente no engordar más de la cuenta, pues el tiempo de pasividad física que comporta el estudio es imprescindible, ya que, además, la capacidad mental y las aptitudes para el estudio son algo que también se van mermando con el tiempo. 

Unos de los lugares que frecuento para mis ejercicios, además de otros que me han permitido registrar en imágenes rincones de nuestra ciudad con algo de interés, es la conocida popularmente como "Ruta del colesterol". Es el apelativo, algo cómico, que le han puesto a la Avenida de María Auxiliadora (antes Avenida de la Diputación), pues es lugar frecuentado por los que padecen exceso de esta sustancia y a los que sus respectivos médicos les han prescrito hacer ejercicio, aunque sea moderado, como es el caminar durante un tiempo determinado a diario. Es lugar donde lo normal es encontrarte con señoras en grupo, que dan un paseo, a pensionistas y jubilados de diferentes edades, con o sin bastón, haciendo la ruta de punta a punta de la avenida, o a otras personas corriendo o simplemente caminando. Es habitual que se complemente la ruta por la zona polideportiva municipal, por la avenida Aulio Cornelio Palma, y con el paseo peatonal que discurre por la antigua carretera que une con el Puente de Hierro, la ermita de Belén y la estación de ferrocarril. 


Alguien, como vemos, no se ha contentado con saber ese nombre popular y ha "bautizado" el acerado con pintura, para que todos sepamos por donde vamos dando nuestros sanos pasos. Otro rincón palmeño, en este caso bastante conocido.

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