Drácula, Fu Manchú, Saruman, son algunos de los personajes que Christopher Lee ha encarnado en sus muchos años de actor. Casi siempre en el papel de "malo", ese que nos encanta a diversos amantes de la interpretación, pues encierra muchos más matices que otro tipo de papeles. Ya de niño le admiraba, aunque el género de terror me repeliese al principio, siendo posteriormente uno de mis tipos de cine preferido, gracias a él (siempre que se realizase dignamente, pues hay películas de terror verdaderamente infames y hasta ridículas). Además de actor fue músico, atreviéndose con otro de mis estilos preferidos, el rock, el heavy metal más cañero, prestando su voz a sonidos duros y acompañado algunas veces por artistas conocidos. Algo que mezcla el terror con el humor. La cara de Christopher Lee siempre la recordaré como la cara del mal, de la zona oscura, del misterio, de lo que se esconde en las sombras. La del vampiro que te sojuzga, aunque, al mismo tiempo, sus ataques tuviesen una fuerte carga de erotismo, que nos han fascinado. Ahora que ha emprendido el vuelo, como otro de los vampiros que ha representado, no creo que venga para sumergirse en nuestros sueños y chuparnos la sangre. Su memoria, sin embargo, la tendremos presente.
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