domingo, 29 de mayo de 2016

La "pinza", que sí existió. La prueba.


Una de las entradas de este blog, que va camino de ser una de las más visitadas (y copiadas), es la que publiqué la semana pasada cuando me enteré que el candidato número uno de Podemos por Córdoba iba a ser Manuel Monereo, uno de los colaboradores más cercanos de Julio Anguita en los tiempos en que éste protagonizó con José María Aznar una de las estrategias de acoso y derribo de Felipe González (junto con la realizada por el grupo autodenominado "sindicato del crimen" en los medios de comunicación) conocida como "la pinza", por apretar al PSOE por una y otra "orilla" (como le gustaba al califa rojo definir el espectro político). A Monereo, uno de los más izquierdistas expulsado del PCE, se le calentó la boca en una entrevista y llegó a confesar que su objetivo era "destruir política, cultural y moralmente al PSOE", algo que encajaba como anillo al dedo en los fines de la pinza.

Ahora que las viejas glorias de la IU más extremista han vuelto a salir a la luz de la mano de Podemos, muchos estamos recordando aquel periodo de ataque sistemático, por izquierda y derecha, al PSOE. Y los añejos protagonistas de aquellas maniobras, que utilizaron las plataformas anti-OTAN a modo de pasamontañas con los que ocultar al viejo PCE (en manos ya de los que se rebelaron contra Santiago Carrillo por seguir defendiendo el marxismo-leninismo), están enfadados por recordarles sus andanzas y los verdaderos motivos por los que se sumaron con alborozo a la caza de Felipe González, llegando a inculcar a los jóvenes sus viejas inquinas (recordemos lo de la cal viva en el Congreso nombrada por Pablo Iglesias). Como para haber pactado con ellos, si su único fin es acabar con el PSOE.



Uno de esos veteranos simpatizante o militante de IU ha publicado en su blog unas cartas. Una de Aznar y otra de Anguita. Su fin es "demostrar" que no hubo "pinza". Y lo hace con ciertas consideraciones hacia los que creímos en su momento (y seguimos creyendo) que sí la hubo, además de atacar con saña a los medios de comunicación que la refrendaron y nos la evocan. Dedicando adjetivos nada elogiosos. Aunque, en esta caso habría que recordar aquel refrán que dice: cree el ladrón que todos son de su misma condición. ¿Por qué?


La primera carta es de Aznar, y en ella le propone a Anguita presentar una moción de censura, por una serie de argumentos, con los que coinciden. Si triunfase, Aznar sería presidente del gobierno para convocar elecciones.

La respuesta es larga y prolija (al estilo "anguitista"). Coinciden en el análisis de la situación, culpando a Felipe González de la crisis económica "social, política, ética y cultural" (como hacen ahora sus herederos del PP, IU y Podemos con Zapatero), como si fuese un fenómeno exclusivamente español. Pero le recuerdan al PP sus diferencias ideológicas y de "programa". Con lo que declinan el ofrecimiento (esa es la razón esgrimida por los anguitistas para negar la "pinza"), además de por haber manifestado en el Congreso que preferían que se fuese Felipe y el PSOE nombrase a otro candidato a presidente, más cercano a sus tesis, con el que negociar. La moción conjunta PP-IU no sería bien vista por sus votantes y bases.


Pero la carta sigue y más tarde declaran que lo que debe hacer el PP es negociar la moción de censura con PNV y CiU, con quienes mantienen más cercanía ideológica y de política económica. Si llegan a un acuerdo para ese apoyo "IU no pondrá obstáculos ni impedimentos para volverlo a estudiar. Una operación política como ésta que se propone sanear la vida política española debe tener el mayor respaldo posible, no solo para dar confianza al pueblo español, sino también para triunfar en la votación pertinente en el Congreso de los Diputados" (las negritas son mías). Y, como no podrían votar a Aznar (menuda bronca tendrían con sus votantes...) le aconsejan que busquen un "candidato de consenso de todas las fuerzas políticas" (se entiende que todas, menos el PSOE), reiterando que "IU no sería nunca un impedimento u obstáculo para la consecución de un objetivo capaz de hacer frente a esta situación de emergencia ética y democrática". Es decir, en otras palabras, que se sumarían a la moción de censura propuesta por el PP. Más claro, agua. ¿Y todavía quienes publican estas cartas niegan que no hubiese maniobras, reuniones, acuerdos, reparto de papeles, con el objetivo de derribar a Felipe González, o sea, la llamada "pinza"? La moción de censura no se presentó, pero la estrategia funcionó hasta que Felipe convocó elecciones, y las perdió. El dogmatismo les ciega a algunos. Como para fiarse de estos viejos bolcheviques, integrados en la OPA de Podemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En las pasadas elecciones del 20D nos tocó a Sevilla: Luis Carlos Rejón número 3 por PODEMOS (que ya bien nos encargamos de que no saliera elegido).
Saludos.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

En la entrada que menciono al principio también hablo algo de Luis Carlos Rejón, el íntimo de Javier Arenas, con el que protagonizó la pinza en Andalucía (cuando el PSOE perdió la mayoría) que ya recaló en Podemos, como dices. Algo que demuestra que todo este desembarco de anguitistas no tiene otro sentido que fraguar la gran venganza contra el PSOE de los duros del PCE, que no aceptaron nunca el papel secundario que les otorgó el pueblo en la Transición y después, pues ellos se creían con el "derecho histórico" a haber gobernado, por su papel durante el franquismo. Nunca entenderán que el totalitarismo soviético fue descartado por el pueblo soberano tras la muerte del dictador (que, por cierto, murió en la cama, no lo derrotó el PCE, por muy "gloriosa" que fuese su actuación en la clandestinidad, que yo viví también), como fue derrotado por los pueblos que fueron sojuzgados por sus homólogos comunistas en los países del este europeo.