miércoles, 20 de julio de 2016

No tengo piscina


Llevamos muchos días de calor este año. Eso no quita que nos avisaran de que íbamos a asistir a la primera ola de calor del verano. En muchas ciudades del norte peninsular han llegado a temperaturas inconcebibles y en otras las temperaturas son altas, tanto en las tardes como en las noches (lo que es más penoso, pues dificulta el sueño). Eso lo padecimos ayer tarde, en nuestra visita a Córdoba por la tarde, visita por motivos médicos y por compras. En la calle era casi insoportable. Hoy hemos amanecido con una nube de polvo africano que ha provocado lluvias escasas, pero de barro. Algo para quedarse en casa, con el aire acondicionado. Porque yo no tengo piscina con la que mitigar el calor a remojo. Tendremos que buscarnos remedios como el de la fotografía de 1960. Un camión sirve de piscina ambulante para los barrios de Nueva York. Seguro que lo pasaron en grande, sobre todo los niños y jóvenes, chapoteando en el remolque, un remolque bien fresco. Ya se sabe, todo tiene remedio en la vida, menos la muerte. Si no hay piscina, se busca vehículo que te la lleve a casa.

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