lunes, 20 de febrero de 2012

Ni derecho a cerveza


Ayer algunos medios, y hoy también, criticaron la manifestación contra la reforma laboral con argumentos de "fondo" tan de peso, como que un orador, en Madrid, terminó diciendo: «¡Ahora a tomar cervezas y a vivir. Salud compañeros y compañeras!» El diario La Razón publica en su portada la foto del "crimen sindical". En ella se ven a unos obreros, con gorras de CCOO, tomando el líquido prohibido a los "liberados sindicales" y demás tropa izquierdista trasnochada. La prueba del delito de los que se oponen a la modernidad que nos trae el Gobierno. 


Curioso que esto lo critiquen quienes hacen del derroche del alcohol y otras viandas el objeto principal de fiestas de todo tipo ("culturales", religiosas, políticas...). Ayer otro medio, que también se empeñó en descalificar la protesta por ese llamamiento al "agua de cebada", nos deleitó con una pormenorizada exposición de comidas, comilonas y otras juergas "por todo lo alto", fruto del congreso del PP, celebrado en Sevilla, "convertido en un paseo militar para Rajoy" (son palabras textuales del artículo): "La otra crónica de los cónclaves del PP se cocina al fuego de los mejores restaurantes de donde se celebra la cita. Más aún en Sevilla, habitual de los saraos populares, y en cuyas casas gastronómicas no era difícil encontrarse este fin de semana a algún alto cargo del partido. En sus mesas se escribió buena parte de la historia de un congreso convertido en paseo militar para un Mariano Rajoy con más poder, en todos lo sentidos, que nunca."


Ellos sí que pueden hartarse "en los mejores restaurantes". Seguro que no de cerveza, y sí de vino de Ribera del Duero o Riojas de la más alta calidad (y precio), de exquisitas viandas fruto de las mejores cosechas y productos de matanzas. De los mejores destilados, de importación  ("of course"). Todo a tutti plen, con visa recién estrenada, en coche oficial reluciente y cargo recién estrenado. La "gente guapa" no toma ordinarieces, como las gentes de barrio. Tanto disfrutaron (nos cuenta el periodista, de un medio nada sospechoso de izquierdista) que algunos llegaron tarde a la clausura del congreso. Total, para lo que había que oír o votar, si ya estaba todo atado y bien atado. Ellos sí que pueden disfrutar y relajarse. Para eso Rajoy ha hecho una reforma legislativa "justa, buena y necesaria". ¿Se la aplicamos?


Por cierto, a esos estudiantes de Velencia, que protestan por los recortes en educación, ¿les están apaleando por beber cerveza o kalimotxo?

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