martes, 1 de septiembre de 2015

Rajoy y la lluvia


La lluvia en Sevilla es una maravilla. Y para Rajoy un arcano milagroso de razón esotérica y origen desconocido. Mariano se nos ha vuelto metafísico hablando de la lluvia. O tal vez nos confiese que es más ignorante que un niño de primaria. Pues cualquiera sabe cómo es que llueve. Yo, al menos, lo estudié en la EGB, que seguro que Rajoy también cursó en su niñez. 


Sea o no verdad esa imagen que circula por la red de su presunto expediente académico con pésimas notas, el presidente del gobierno, queriendo presumir de habernos sacado de la crisis ante sus militantes, para animarles a acometer la precampaña electoral en la que ya estamos inmersos, ha soltado unas palabras, que, con cierto aire enigmático, nos indican que no sabe ni de los más elementales fundamentos de eso que llamábamos Ciencias Naturales en nuestra educación básica. "Esto no es como el agua que cae del cielo sin que se sepa exactamente por qué". 


¿Qué él no lo sabe? Repase, por favor, sus viejos libros de EGB, don Mariano. O mejor, consulte con su primo, el catedrático de física. Que seguro que él, aunque no sepa cual es el tiempo que va a hacer dentro de 300 años, sí sabrá explicarle el proceso de formación de las nubes y cómo éstas vuelcan su contenido en forma de lluvia sobre la tierra, de forma simple, como lo haría con un alumno de primaria. ¡Cómo has quedado, Rajoy!

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