Aunque os parezca una broma, es real. Se vende aquí este dispensador de jabón, que se asemeja a una nariz moqueante, y cuesta solo 9,99 $. Una ganga de las rebajas. Una nariz que gotea, como es habitual en estos fríos tiempos de invierno, donde los resfriados y las gripes nos molestan con estos síntomas tan pesados. Eso sí, gotea jabón, con el que asearnos, en lugar de ensuciarnos con los espesos y pegajosos humores que salen de nuestros aparatos olfativos. Se pega a la pared por medio de unas ventosas. Y funciona apretándele con los dedos.
La mejor diversrión de Quevedo de haber existido en su época:
Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado.
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