Foto de Diario Córdoba |
Entrega de la Medalla de Oro de la ciudad de Córdoba a Juan Carlos I, en 1981. El "califa rojo", Julio Anguita, alcalde de Córdoba por el PCE, cuando el pacto entre su partido, el PSOE y el antiguo PSA, va al palacio de la Zarzuela a hacer entrega de la distinción. Incluso protagonizó un sonoro enfado cuando el monarca no llegó a inaugurar el nuevo edificio del ayuntamiento cordobés en 1985, respondiendo él con su negativa a asistir a los actos de conmemoración del XII centenario de la construcción de la Mezquita. Entonces sí que procuraba la presencia real junto a él. Todos tenemos un pasado. Y, por supuesto, lo cortés no quita lo valiente. Es decir, se pueden dar medallas al rey, aunque se proclame uno republicano. Para que luego sus partidarios critiquen a otros... Un poco de sentido del humor, por favor.
3 comentarios:
Sí es verdad: Todos tenemos un pasado.
Lo de Julio Anguita, como lo de tantos otros, obedece a una teoría que dice que el que está viendo la corrida en barrera, torea muy bien de salón pero el que se tiene que tirar al ruedo a torear..., para que no le coja el toro, a veces, tiene que dar muchos y muy feos capotazos.
Cuando uno está de alcalde de una ciudad, a veces, tiene que ir a actos religiosos sin ser creyente; tiene que presidir corridas de toros, siendo antitaurino. Presidir paradas militares, siendo antimilitarista.
Y si se quiere ser puro, inmaculado, y tener la seguridad de que nadie te va a poner las orejas coloradas, lo mejor es no meterse a ejercer ningún cargo político.
Actuar en política, muchas veces es mancharse un poquito de mierda. Y a veces, se mancha uno convencido de que lo hace por representar fielmente el sentir de la gente a la que representa.
No sé; no sé. Con esto no quiero defender a Julio Anguita ni tampoco lo contrario. Es que ya lo dijo un día el gran filósofo José Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mis circunstancias».
Pues eso se le pasa al PSOE y algunos están crucificando a sus dirigentes, Jesús. Una cosa es ser republicano y otra sedicioso.
Por eso no confío en un referéndum sobre la forma de estado, María. Y sin embargo lo pido, aunque sepa que el gobierno no lo va a convocar. Por eso pido que se incluya en los programas electorales, de los partidos que están de acuerdo, la reforma de la Constitución.
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