lunes, 24 de agosto de 2015

El velo, esa fuente de polémica


En 1982 visitamos Italia en una excursión de las que se organizaban para ir a Taizé, aunque ésta fue la última y no pasamos por la comunidad religiosa francesa. Ya he hecho referencia a este viaje varias veces. Algo que recuerdo haber comentado fue el incordio de tener que llevar doble vestuario cuando íbamos a visitar templos y otros edificios religiosos. Era verano y nosotros éramos jóvenes, así que nuestra formalidad a la hora de vestir, teniendo que movernos por múltiples escenarios, para conocer el máximo posible de las obras de arte que atesora este país, era un bien escaso. Los pantalones y faldas cortas, las camisetas de tirantes que dejaban nuestros cuerpos en parte al aire, para mitigar el calor del ambiente y el provocado por nuestros movimientos, eran la indumentaria habitual. De ahí que a las primeras de cambio nos topásemos con un gran inconveniente. Recuerdo que, haciendo cola para entrar en alguna iglesia, ver cómo el portero echaba atrás a otro de nuestros acompañantes por llevar pantalón corto. Éste protestó y en la discusión le señaló un Cristo que, lógicamente (según la representación artística que se impuso desde el Gótico), estaba medio desnudo en la cruz. El portero le contestó que "El era Dios" (y podría hacer lo que quisiera). El turista no, claro. Así que, o se vestía, o se volvía por sus propios pasos. Esto se repitió en más edificios de la Iglesia, de tal manera que optamos por llevar algo con que taparnos a la hora de entrar. Yo llevaba pantalón corto normalmente, y al llegar a cada templo me sacaba uno largo que portaba en un bolso con otras cosas. Luego, al salir me lo volvía a quitar y seguía con las visitas a museos, palacios, etc.


Esto que cuento pasaba hace 33 años, en el siglo pasado. ¿Ha cambiado algo desde entonces? En nuestro viaje a Asturias (como en otras comunidades y ciudades) me he encontrado con letreros con diversas advertencias (si se pueden echar o no fotografías, si se puede o no usar flash, la prohibición de fumar o comer, etc.) La del vestir "con decoro" también la hemos encontrado en más de un templo. Pero ¿qué se entiende por decoro? Mi cuñado Rafa me ha pasado dos fotos de su viaje familiar a Italia de este año. En ellas vemos cómo unos turistas visitan un templo. Unos van con su ropa, en la que aparecen pantalones cortos y polos o camisas de manga corta. Sin problemas. Otros no. En una de las fotos, unos chavales llevan pantalón corto, y usan, además camisetas de tirantes. En la otra vemos a dos muchachas llevar pantalón más corto, de esos que dejan descubiertas las piernas del todo, o falda mini (no se aprecia muy bien) y una de ellas camiseta de tirantes. Estos visitantes contrastan con los demás, pues, portan, además una especie de velos o paños traslúcidos que tapan (levemente, por cierto, ya que son casi transparentes) las partes de su anatomía que dejan al descubierto sus propias prendas. Se los facilitan los responsables del templo y les obligan a colocárselos en la misma iglesia, por ir de forma "indecente". Vaya, ¿no habíamos quedado en que el "burka" o el "hiyab" son cosas muy negativas, que mancillan la dignidad de las mujeres? ¡Ah, espera! que estos de Italia no son musulmanes. Ya, ya. Los "malos" siempre son "los otros". Poco hemos cambiado con el paso de un siglo a otro. ¿Les parece a ustedes "decoroso" llevar esos ridículos velos?

No hay comentarios: