Ayer se esperaba con ansia la salida del extesorero y exgerente del PP, Luis Bárcenas, de la prisión de Soto del Real, tras el pago de la fianza. Una de sus primeras palabras fueron: “Yo no tengo ningún mensaje para Mariano Rajoy: eso sí, he hecho caso a su consejo, y le doy las gracias: Luis ha sido fuerte de verdad”. Hacía referencia a los mensajes de móvil que le envió Mariano cuando se supo que tenía una cuenta en Suiza, en los que el Presidente del Gobierno le pedía que fuese "fuerte" y que esperara, pues "hacemos lo que podemos". Parece que Rajoy ha cumplido una misteriosa promesa hecha a su antiguo tesorero (lo nombró él para el puesto, tras su paso por la gerencia del partido, con Aznar). En ella le pedía que guardara silencio (se estaban publicando las cuentas en B del partido, los mensajes...), que él se encargaría de su situación. Tras el tiempo transcurrido, con Bárcenas en prisión, el Ministro de Justicia (Ruiz Gallardón) tuvo que irse a casa, el Fiscal General de Estado (Torres Dulce) también cogió la maleta harto de las interferencias del gobierno y, si el proceso no se anula, el PP ya ha cambiado el Código Penal para que la corrupción pase a ser un asunto menor, al considerar las donaciones ilegales por debajo de 500.000 euros como una infracción menor (y encima recobra la cadena perpetua para otros delitos), solo condenable con multa ... como es el caso de las donaciones hechas al PP que iban a la caja B, según los informes policiales y la instrucción del caso Gürtel. Así que, viendo la facilidad con que Bárcenas ha conseguido los 200.000 euros de la fianza, las multas que les caigan a los jefazos de la Gürtel pueden ser de risa. Si llegan a ser condenados, pues sus abogados siguen intentando anular el proceso, habiendo conseguido que Suiza no consienta que se juzgue por delito fiscal a los cabecillas de la trama. Y ya queda menos para que el juez Ruz deje su puesto de instructor, al haber sacado el Consejo General del Poder Judicial (con mayoría a propuesta del PP) la plaza que ocupa a concurso. En fin, que la táctica de pasar del tiempo de Mariano sigue dando resultados. Bárcenas está ya en la calle y es bien difícil que vuelva a la cárcel. Él ha sido fuerte, como le pedía Rajoy, y el PP, su partido "en diferido", no tiene nada que temer por su actuación "en forma de simulación" (su partido, tal vez no, pero Mariano ya ha recibido la primera andanada como "pago" por el trato recibido). Como en el caso Naserio, los del PP siempre se libran. Seguro que no pasa lo mismo con los EREs de Andalucía (otro asqueroso caso de corrupción que afecta al PSOE). Y luego dicen que estamos en un estado de derecho.
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