Ay, ay, ay mira que ser martes y trece. Los supersticiosos estarán de los nervios esperando accidentes de todo tipo. Espero que no se encuentren, para colmo, con un gato negro. Todo el día dando la lata con la mala suerte. Yo prefiero, por su acaso, un arroz negro. Y eso he preparado para el almuerzo. Que no da mala suerte, y encima he sorprendido a mi mujer.
Receta del arroz negro, a mi manera.
Ingredientes:
Arroz
Calamares (los hay en bolsas congelados y cortados, que vienen muy bien; echamos media bolsa)
Gambas (o cocidas o crudas, da igual; también pueden ser congeladas, ya peladas)
Tinta de calamar (o sepia, como he usado)
Cebolla
Ajo
Vino blanco
Aceite de oliva (no mucho, pues se quedaría aceitoso)
Perejil
Pimiento (uno)
Tomate (con medio basta)
Pimentón dulce (una cucharada)
Sal
Azafrán
Pimienta
Limpiamos los calamares y cortamos en trozos. Preparamos el sofrito echando en el aceite la cebolla, para que se poche un poco, el ajo picado y los pimientos picados. Añadimos algo de sal. Cuando esté algo rehogado echamos el tomate picado, con el perejil (también picado), el pimentón y la pimienta. Removemos. Vertemos los calamares, para que se frían un poco. Y entonces echamos la tinta. Yo no me complico la vida limpiando calamares y sacándoles la bolsa de tinta, así que compro tinta de sepia congelada, que previamente hemos descongelado. También añadimos las gambas. Removemos y lo completamos con el vino blanco. Hay que dejar un tiempo para que se hagan los calamares, pues es conveniente hervir la tinta para que pierda su toxicidad.
Luego preparamos el arroz, como si fuese una paella, por ejemplo, con la cantidad según número de comensales. Y luego echamos agua, según cantidad de arroz (una taza y media por taza de arroz, teniendo en cuenta la cantidad de vino que hemos empleado). Terminamos con el azafrán. Calentamos unos 15 minutos y rectificamos de sal antes de terminar. Luego los cinco minutos de reposo, de rigor, y servimos.
Seguro que con este arroz negro, que tanto miedo nos puede dar al verlo, se quitan todos los temores de mala suerte.
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