Aunque lo parezca, no es que esté llamando cuentista a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el famoso pícaro que trae de cabeza a algunos peces gordos del PP (y adláteres), a los que ha estado usando (y parece que a la recíproca) para hacer negocios colándose en los cenáculos más exclusivos del poder. No, me estoy refiriendo a una serie de libros que escribió René Goscinny, el autor de personajes como Astérix u Obélix (al que ayudó Albert Uderzo con sus dibujos), en los que narraba las historietas de un niño de nombre Nicolás. Mi mujer, al escuchar por primera vez el sobrenombre de nuestro joven "agente" del CNI (según él) y más cosas, recordó la existencia de los relatos y está ahora releyendo uno de ellos.
Los cuentos, son relatos cortos para niños, que se publicaron en revistas en los años 50 y 60, con ilustraciones de Jean-Jacques Sempé. Luego se publicaron los libros, con historias originales. Incluso la hija del conocido humorista, tras su muerte, volvió a editar las historietas de las revistas, junto al dibujante Sempé, en nuevos libros, que se sumaron al éxito de ventas anterior. El pequeño Nicolás, ese niño que se está metiendo continuamente en problemas, desvelando las contradicciones y sinsentidos de la vida adulta que él presencia con sus amigos, sigue siendo famoso entre la población infantil, sobre todo francesa. Y en nuestra querida España se "ha encarnado" (aunque de forma más chusca) para hacernos recordar sus entrañables aventuras literarias. Yo prefiero al "de verdad", que paradójicamente, es el de los cuentos.
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