sábado, 3 de diciembre de 2011

Francisco Javier


Ese es mi nombre. Durante muchos años, cuando llegaba el 4 de octubre, me felicitaban por el santo. Y siempre tenía que explicarle a la gente que ese día es el del santo de Asís, el fundador de los franciscanos. Que hay otros Franciscos en el santoral: Francisco de Sales, de Borja, Solano, de Paula.. Mi nombre es el de otro Francisco, Francisco de Jaso, nacido en Javier, Navarra, y se celebra hoy, junto a la fiesta de la Comunidad Foral Navarra. 

Hace dos años visitamos Navarra y uno de los lugares donde estuvimos fue el castillo de Javier, que fuera propiedad del padre de Francisco de Jaso, Juan de Jaso. Allí nos explicaron la vida de este misionero jesuita y las peripecias de su familia. Es curioso que su campaña evangelizadora la realizase bajo bandera portuguesa, cuando siempre se ha presumido aquí de que era un santo español, como la orden de la que formó parte, la Compañía de Jesús, uno de los brazos de la Contrarreforma.

Más sorprendente es que su familia fuese del bando independentista navarro y que luchasen contra las tropas castellanas, en un intento de recuperar la independencia, perdida en este lado de los Pirineos, y mantenida en la Baja Navarra. En la batalla de Noáin definitivamente las huestes independentistas perdieron la guerra y toda esperanza. Curiosamente en esa batalla participaron hermanos de Francisco, del lado navarro, que contaron con la ayuda de Francia, e Ignacio de Loyola, del lado castellano, que fue apoyado por vascos de la casa de Oñaz. Años más tarde, Ignacio y Francisco se unieron en la Compañía de Jesús. Otra curiosidad colateral es que un rey de la Baja Navarra, Enrique III, Enrique de Borbón, fue luego Enrique IV de Francia, el primero de esta dinastía y que dijo aquello de "París bien vale una misa", cuando se convirtió al catolicismo por presiones de Felipe II de España. Y que los reyes de Francia, desde entonces, también lo eran de Navarra (la Baja), siendo considerada un reino hasta la Revolución francesa.


El castillo de Javier fue restaurado en el siglo XIX y se nota, pues da la imagen romántica que nos han legado del castillo como edificio militar histórico. Después de la derrota navarra fue desmochado y derruida parte de sus torres y muralla, como vi en una pintura que hay en la exposición que alberga. También construyeron una iglesia, que contrasta con el resto del edificio. Todavía conserva un cristo tardogótico que tiene ojos "achinados", en una sala donde se representa la Danza de la Muerte, y que, dicen, fue como la premonición de su interés por evangelizar las tierras de Oriente, donde murió.


En fin, que pude conocer el lugar y la historia que dio origen a mi nombre, como, por cierto, también conocimos la ciudad de Asís, en nuestro viaje a Italia hace tres años, la patria del primer santo Francisco, "el hombre libre" en el original germano. Espero que, si leen ésto, ya nadie se confunda más.

5 comentarios:

Auria dijo...

Felicidades en tu día!! Aqui en Palma, tu santo tiene hasta una pasarela, no?
Saludos!!
http://a55metrosdealtura.blogspot.com/

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¡Muchas gracias, Auria! No me acordaba, pero tienes razón, el puente de San Francisco Javier. Y eso que hice un post no hace mucho sobre él.

Saludos.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¡Muchas gracias, María!

Elena (: dijo...

¡Felicidades tito! ♪

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¡Muchas gracias, sobrina Ele!