Hoy es el Día de la comunidad de Canarias. Sus habitantes se han levantado con la noticia de que el gobierno del PP ha autorizado a Repsol a que haga sondeos en las aguas próximas al archipiélago para comprobar si hay petróleo allí. Una posibilidad que había ya movilizado a los canarios en contra, incluido su gobierno, por perjudicar su tradicional economía basada en el turismo, que se verá "manchada" por el interés de unos pocos. Han pasado cuatro días desde las elecciones europeas y el PP muestra de nuevo su cara real, la que había ocultado en campaña, como cuando no devolvió el fin de semana pasado a los inmigrantes que entraron desde Marruecos, como nos tiene acostumbrados, incluso con el uso de la fuerza. No le importa la opinión ciudadana cuando no hay votos de por medio. En algunos sitios están ya temblando, por ejemplo en Baleares, donde también hay un proyecto para buscar petróleo, y los ciudadanos se han mostrado también disconformes, por los mismos motivos que los canarios. Incluso el gobierno de Bauzá, del PP, no está de acuerdo, llegando algunos senadores de ese partido a romper la disciplina de voto para mostrar su protesta. Así que ya temen lo peor, tras el caso de Canarias, viendo el poco caso que Rajoy les hace. Están claros los intereses del gobierno del PP. No valen excusas como las de las "medidas preventivas y correctoras", alegando que no se ha autorizado la explotación, pues si se permite el sondeo es para autorizar luego, si hay petróleo, que se explote el yacimiento. La política energética del PP va en línea de los grandes monopolios de la energía convencional, en contra de las energías renovables, y son capaces de cargarse el turismo de los dos archipiélagos más importantes, con tal de dar satisfacción a las grandes empresas energéticas. Malas noticias para los canarios en su Día, malas noticias para los intereses de la mayoría de España.
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